Humidificadores

Un humidificador garantiza una humedad óptima en los espacios interiores!

Una humedad óptima es esencial para la salud y para los diversos objetos del interior. Si la humedad es demasiado baja, pueden aparecer síntomas como sequedad de los ojos o de la piel, dolor de garganta y dolor de cabeza. Además, los elementos interiores (de madera) o los instrumentos musicales pueden secarse y encogerse o agrietarse. La humedad óptima recomendada por los especialistas médicos oscila entre el 40 y el 60 % de humedad relativa. Las personas y los animales perciben el aire de los espacios interiores con una humedad dentro de este rango como agradable y óptimamente húmeda.

Especialmente en invierno, el aire suele ser demasiado seco en las habitaciones que calentamos. Como la calefacción está encendida durante gran parte del día, la humedad se evapora del aire interior, haciendo que el aire esté seco. Cuando el aire está seco, es más probable que el polvo se desprenda y esté en suspensión en el flujo de aire.

En verano, una sequedad excesiva del aire interior puede deberse a los calurosos días de verano o a los sistemas de aire acondicionado, que a menudo deben estar encendidos durante largos periodos.

Una humedad del aire insuficiente afecta a la salud humana y animal. Esto puede provocar diversos síntomas como deshidratación de las mucosas, sequedad de los ojos y de la piel, dolor de garganta y dolor de cabeza.

Además de los problemas de salud para las personas y los animales, una humedad del aire demasiado baja también tiene efectos adversos para los objetos interiores de madera, los instrumentos musicales y las plantas. Cuando la humedad del aire es demasiado baja, se extrae la humedad de las piezas de madera. Esto hace que la madera reaccione y se encoja o incluso se agriete.

Al instalar un humidificador Clean Air Optima®, se asegura de que se mantengan los niveles de humedad interior y protege su salud, los objetos interiores (de madera), los instrumentos musicales y las plantas.

Humidificación del aire interior con un purificador de aire

El sistema purificador de aire Clean Air Optima® ofrece simultáneamente humidificación y purificación del aire para interiores. El aire interior succionado, contaminado y seco pasa primero por el filtro preliminar de carbón activo y después por el rotor con discos humidificadores. El aire prefiltrado se purifica y limpia de forma natural, como con una llovizna o una cascada. Las partículas más pequeñas, de hasta 10 micras, se aglutinan y separan en el agua.

El purificador de aire evapora el agua mediante un rotor con discos humidificadores, que gira lentamente como una rueda por el depósito de agua situado en la parte inferior. Cuando la parte de los discos que ha pasado por el agua vuelve a subir, el ventilador hace pasar una corriente de aire sobre ella, haciendo que el agua de los discos humidificadores se evapore.

Gracias al sistema de depuración de aire Clean Air Optima®, el aire se humidifica de forma óptima y queda libre de polvo, polen y olores asociados a partículas.

Humidificadores ultrasónicos

Un humidificador ultrasónico Clean Air Optima® transforma el agua en neblina fina mediante una pequeña placa vibratoria (membrana) de alta frecuencia en el depósito de agua. La neblina creada por la membrana ultrasónica se libera al aire interior mediante una suave corriente de aire del ventilador. La humedad se absorbe en el flujo de aire y se dispersa aún más, aumentando gradualmente la humedad en toda la habitación.

Los humidificadores ultrasónicos Clean Air Optima® incorporan un ionizador para producir iones negativos. Estos iones negativos se adhieren a las partículas de polvo, a los microorganismos y a otras sustancias no deseadas del aire y las aglutinan. De este modo, las partículas se vuelven más pesadas que el aire, caen y se extraen del aire.

Los depuradores de aire y humidificadores Clean Air Optima® están especialmente indicados para:

• Reducir todo tipo de molestias debidas al aire seco como sequedad de los ojos o de la piel, dolor de garganta y dolores de cabeza.
• Pacientes alérgicos, una humedad óptima del aire evita la acumulación de polvo y, por tanto, reduce los síntomas de la alergia.
• Personas con problemas respiratorios, asma y bronquitis.
• Evitar que se sequen los suelos de parqué, los muebles, las antigüedades y las plantas (tropicales).
• Personas con problemas cutáneos.
• Controlar la humedad del aire en espacios de uso residencial y de trabajo.